lunes, 27 de agosto de 2012

Veloces por Venezuela

Hola a todos!!!

Nos fuimos de Colombia hace una semana más o menos. Después de despedirnos del Tayrona nos tomamos un colectivo directo a Caracas. 21 horas arriba del colectivo.

Nota de color:
Conocimos a una familia en el colectivo. Él alemán, ella peruana; con dos hijos de menos de 10 años. Se subieron con nosotros en Santa Marta. Cuando nos disponíamos a pasar por la frontera para entrar a Venezuela ellos estaban adelante de nosotros así que los atendieron primeros y resultó ser que los ciudadanos Alemanes no necesitan visa para entrar a Venezuela, peeeero, los ciudadanos Peruanos sí necesitan visa para entrar a Venezuela -ojo a esta aclaración- POR TIERRA. Es decir, si van con un avión y entrar por el aeropuerto, no tienen problema. Como los oficiales de la ley para los tecnicismos son mandados a hacer, no hubo manera de que la señora pueda pasar. Se tuvo que volver hasta Rioacha, hablar con el Cónsul en su embajada, y le dieron un permiso para estar 72 horas en Venezuela si entraba por tierra. Todo esto porque habían sacado el vuelo de regreso a Alemania desde Caracas.

Bueno, resulta ser que en Venezuela tienen unas restricciones bárbaras con los dólares, así que nos está saliendo más caro de lo que pensábamos estar acá. No es para alborotarse, pero venimos malacostumbrados de los otros países. No me quiero imaginar cuando entremos a Brasil que dicen que es más caro todavía.

La puerta de la casa done nació Bolivar
Estuvimos 2 días en Caracas, que no es muy linda. Es una ciudad grande, con un aire descuidado.
Un detalle: es la primera ciudad con subterráneos desde que empezamos el viaje.


Aprendimos un poco de historia. Visitamos la casa de donde nació Bolivar y el Museo Bolivariano.







Si Bolivar lo dice...

Vamos a poner en contexto. Esta frase la dijo durante un terremoto en Caracas que le cerraron la puerta de la catedral al pueblo porque para los responsables de la iglesia era un castigo del cielo por rebelarse contra los españoles y luchar contra la santísima corona. Parace que en realidad lo que dijo fue: "Aunque la naturaleza se oponga lucharemos contra ellos (españoles-realistas) y haremos que nos obedezcan"

No colaborando con la foto en el centro de Caracas


De ahí nos fuimos a Puerto La Cruz. El colectivo tenía que tardar 5 horas, pero parece que había una serie de puentes rotos en el camino. El desvío nos costó 12 horas más. Todavía nos teníamos que subir a otro colectivo para ir a Santa Fe, para tomarnos otro para llegar a Mochima, donde pasamos la noche y descansamos!!!


En Mochima anduvimos en lancha por el mar y conocimos muchas playas. El mar caribeño caribeño. Tomamos un poco de sol y nadamos. Es muy lindo Mochima.


Botecito


Desde el botecito, abajo de sas piedras hay túneles y se puede bucear


Amiguito en la playa
  
Desde la playa






Mochima desde el balcón




















Cumaná

A la mañana nos fuimos a Cumaná que es la primera ciudad que se fundó en Venezuela. El casco antiguo de la ciudad está medio abandonado. Caminamos un poco. Lluvia torrencial.  Escampó. Nos fuimos a un centro comercial y vimos la última película de Batman. A la noche nos tomamos un colectivo hasta Ciudad Guayana y después otro colectivo a Ciudad Bolivar donde estamos ahora. Vamos a vistar el casco histórico y a hacer un poco de tiempo para el próximo trayecto.

 



¿Cómo siguen nuestros planes? Hoy a la noche nos tomamos un colectivo a Santa Elena que es la ciudad con paso fronterizo a Brasil. Una vez que crucemos a Brasil, nos vamos hasta Manaus y nos tomamos un bote que durante 3 o 4 días nos lleva por el Río Amazonas hasta Belem.

Esperamos que todos estén bien.

Besos y abrazos!

PAlu.



martes, 21 de agosto de 2012

Se viene Venezuela!

Hola! Gracias por los deseos de feliz cumple!! Fue un lindo cumple!!

Les cuento que mañana nos vamos para Caracas. Salimos 12.30 desde Santa Marta. Estuvimos mas de un mes en Colombia. Otra vez mas del tiempo que imaginamos. En todos los paises nos paso lo mismo!

Ahora estamos en Taganga. Vinimos para aca desde Cartagena. Nos costó llegar. Colectivo hasta la terminal. Despues otro colectivo en el que nos dijeron muchas mentiras, como por ejemplo que no habia que tomar otro colectivo, que efectivamente tomamos. Despues ruta cortada por un accidente. Despues esperar y esperar hasta que el nuevo colectivo se vuelva a llenar. Y finalmente dejarnos en la ruta y no en la terminal de Santa Marta. Así que desde ahí decidimos tomar un taxi directo a Taganga. Este pueblito de pescadores tambien esta lleno de turistas. El mar esta rodeado de cerros que dan comienzo a las sierras de Santa Marta. Es bonito pero esta un poco sucio. No se parece a la costa de Playa Blanca. Peeeeero lo que si se puede hacer aqui es BUCEAR! Así que ese fue mi regalo de cumpleaños. Tuvimos un día de investigación y de decidir donde hacer el curso. Despues un día de aprendizajes teóricos y luego tres días de aprender a bucear y nadar entre pececitos. INCREÍBLE. Mis preferidos fueron los caballitos de mar, un pulpo, los peces azules, las langostas y unos corales que se esconden cuando te acercas. Hermoso. Y pasados los diez primeros minutos de - me ahogo! no puedo repirar! quiero salir!...- es todo felicidad y relajarse en el agua. Di el examen y en tres meses tendré un carnecito que dice que puedo volver a bucear hasta 18 metros de profundidad acompañada de un instructor. Palu no quiso hacer el curso así que se quedó solito cinco horas del día aprovechando de la tele y de internet sin mis intromisiones.
Taganga desde el balcón
Los dos días siguientes a mi cumple nos la pasamos en cama porque me enfermé un poquito. Y cuando estuve bien levantamos campamento y nos fuimos para el Parque Nacional Tayrona. Éste resultó ser un parque como los que conocemos. Sin montañas rusas ni nada parecido. Arena, mar transparente y palmeras. Cómo es un área protegida sólo se puede llegar caminando o a caballo atravezando parte de la selva que rodea la costa. En el camino vimos monos! El lugar es muy lindo. Decidimos quedarnos en el camping menos famoso pero con menos gente. Sólo se puede nadar en algunos lugares en donde hay rocas que forman como piletas gigantes porque en esta zona  hay muchas corrientes submarinas y muchas personas murieron ahogadas. Así que a la mañana preparábamos la vianda y caminabamos hasta las playas en donde es seguro nadar. También subimos por el cerro hasta una zona con ruinas muy bonitas y en el camino vimos mariposas gigantes, gusanotes, unos bichos que parecen grillos gigantes pero que tienen alas de colores, ranitas amarillas y negras y otros bichitos de por ahí.
Llegamos!

Lindooooo!
Desde la sombrita
Despidiendo al sol
Ahora estamos en Taganga de nuevo. Vinimos a buscar alguna cosas que dejamos para ir mas livianos hasta el parque.

Bueno, eso es todo!! Ya empezamos a volver!!

Volviendo!

Un beso!

Juli








PD: Para aquellos que leyeron Cien Años de Soledad y pensaron: - Qué pesado este señor con las hormigas!! No es exagerado? - deben saber que García Marquez sólo les hace justicia. No hay nada de exagerado. En Colombia hay hormigas por toooooooodos lados. En la costa y en la montaña. En los baños y en la cocinas y en las carpas y en las habitaciones. En las calles y las rutas y en los senderos de montaña. Las hay grandes y chiquitas. Negras, rojas y naranujas. Capaces de trasladar cualquier cosa que les parezca alimento. Son infinitas!! (ah! y si ... también les encanta picarme!)

Las hormigas vienen... las hormigas van!


jueves, 9 de agosto de 2012

Las vacaciones de las vacaciones!!


Comenzaron! Basta de caminatas kilométricas. Basta de subir volcanes. Basta de meterse en la jungla a buscar bichitos. Es hora de unas genuinas vacaciones.

La mona lisa.
Empezamos en Bogota. Llovía sin parar. Después de obligar a PAlu a caminar por el centro histórico debajo de la lluvia, de pasarnos unas buenas horas en librerías (porque hay muchas!!) y habiendo conocido el famoso Museo del Oro y el museo Botero, decidimos tener un día de cine. Así que nos encaminamos hacia los cines que tenían las entradas a mitad de precio y no vimos una... tampoco dos... vimos tres películas!! y comimos crispetas (si, cada país tiene un nombre distinto para el pochoclo). Al día siguiente nos fuimos hasta Zipaquirá a conocer la Catedral de Sal. Una catedral construida en lo que hace 50 años fue una mina de sal. Impresiona. Los túneles son enormes, mucho mas grandes que los de la mina de Potosí y parece que aún queda sal para 500 años más. Los escultores y arquitectos se inspiraron e hicieron una obra de arte. Colombia es super-archi católica así que supongo que hay que resignarse a que no hayan hecho otro tipo de recinto ahí debajo. Lo mejor del día ocurrió cuando volvimos a Bogotá: Encontramos yerba!! Auténticos paquetes Taragüi! Así que felices nos fuimos al hostel con 1 kilo y medio de yerba, un pan de cereal y queso crema a continuar el descanso.
Ajiaco y tamal. Comidas típicas!
Un poco de oro del museo del oro. Todas las culturas lo trabajaban perfecto.
Cine 3D. :-D















Al día siguiente, desobedeciendo (felizmente!)todas las indicaciones de la dueña del hostel, nos fuimos derechito a Tunja y desde ahí a Villa de Leyva. Esta villa esta conservada como en la colonia. Las calles de piedras. Los balcones de madera repletos de flores. Los muros de los patios rodeados de santa ritas. Una belleza. Así que instalamos la carpa por tres días. Caminamos un poco. Comimos asadito. Palu hizo pizzas en un horno de barro para varios. Miramos los juegos olímpicos. Y recorrimos y volvimos a recorrer todas las callecitas del pueblito.
Tardecita en Villa de Leyva.
Foto de las Santa Ritas (para mi mamá!)
Mates en Pozos Azules en Villa de Leyva.
El siguiente destino fue San Gil. Una ciudad al lado de un río a la que todos van a hacer deportes de aventura. Pero resulto fea. Y sucia. Así que cambiamos los deportes en vivo por deportes en tele: aprovechamos para mirar los equipos argentinos en la super tele del hostel. Y también nos fuimos hasta Barichara, otro pueblito famoso por conservarse como en la época colonial.

La siguiente parada planeada era Bucaramanga, solo para ir hasta el Cañón del Chicamocha. que está entre San Gil y Bucaramanga. Pero llegué tan descompuesta que me negué a subir a otro colectivo ese mismo día. Los conductores colombianos hacer sentir las curvas. Y las subidas. Y las bajadas. Y los desayunos. Los dos solemos bajar descompuestos de cada colectivo. Así que habiéndose frustrado la visita al cañón, pasamos el día recorriendo Bucaramanga y a la noche nos tomamos otro colectivo hasta Medellín.

La gran ciudad colombianaa resultó muy bonita. Con un metrobus que nos facilitó recorrerla. Miramos las esculturas de Botero en las plazas. Y como festejaban la feria de las flores, fuimos al jardín botánico a ver una exposición de orquídeas. También vimos esculturas hechas de flores. En Colombia hay flores por todos lados.

Una señora "voluminosa" de botero reposando
Y desde Medellín y luego de unas 13 horas de colectivo, más otros 45 minutos de buseta por fin... ¡El Caribe!

El centro histórico de Cartagena es hermoso. Esta rodeado por una muralla que construyeron en la colonia para defenderse de las invasiones francesas. Tiene las calles de piedra. Los balcones de madera. Coches antiguos paseando familias.  ¡Y muchos mariscos!
Cartagena I
La zona de la costa no es tan linda. Llena de edificios enormes y feos. Nos entristeció un poco la playa llena de basura. Y el agua poco transparente. Así que nos fuimos en busca de otra playa.









Cartagena II
Cartagena III














Uno de los fuertes que protegian la ciudad.


PAlu caminando por los pasillos del fuerte. Esta todo lleno de tuneles interconectados.


























Cruzando el Rio Magdalena.




Pasamos los últimos tres días en Playa Blanca, en la Isla Barú. Para llegar tomamos un colectivo, un botecito para cruzar el río y una moto. La otra opción era ir con una lancha que estaba un poco cara (pero que llegaba en 35 minutos!) o en un ferry que tardaba mas de dos horas. 
Instalamos la carpa a 10 metros del mar (mar de color turquesa!).
Colectivo al ritmo de Juan Luis Guerra
 La playa es chiquita y esta llena de "casetas" (pequeños techitos para protegerse del sol) y restaurantes mantenidos por los nativos.  Comimos pescados, ostras y camarones. Cenamos con luz de vela. Nos bañamos con jarrito. Tomamos jugo de piña y maracuya. Y nadamos mucho mucho mucho.... ¡hasta con lluvia!




Mates en la playa




Ahora estamos de regreso en Cartagena. Mañana nos vamos para Santa Marta. Y en unos día llegaremos a Tayrona (¿a quien no molesté fantaseando con una hamaca colgada en la playa del parque Tayrona?). A partir de ahí empezamos a volver (pero despacito :-P).


Un abrazo!

Juli!